Los próximos días 8 y 9 de julio, tendrá lugar en Madrid la cumbre de la OTAN que contará con la presencia de los Presidentes de Gobierno de los países miembros. Se trata de una reunión de extraordinaria importancia, en la que se decidirá un nuevo marco de seguridad occidental que incluye el establecimiento de nuevos vínculos con terceros países del área mediterránea, diseñándose una nueva estructura que consolida la hegemonía político-militar de EE.UU.

El Congreso de los Diputados decidió, con el voto en contra de IU-IC y el BNG, la plena incorporación del Estado Español a la estructura militar integrada de la OTAN, en concreto en su mando operativo sur. Con ello, el Gobierno Aznar viola las condiciones contempladas en el Referéndum de 1986 y legaliza plenamente la vulneración encubierta de las mismas realizada por los Gobiernos del PSOE, que incorporaron a nuestro país al Comité de Planes de Defensa, al Grupo de Planes Nucleares y al Comité Militar de la OTAN. Pero además, la plena incorporación del Estado Español a la OTAN sitúa a nuestro país en la primera línea de una Alianza Atlántica que hoy, más que nunca, representa la globalización militar al servicio de los intereses estratégicos de EE.UU., que en su flanco sur se concretan en garantizar su capacidad permanente de intervención y control en Oriente Medio a través del Mediterráneo. Con ello, el Estado Español, hipoteca su soberanía, convierte a su territorio en plataforma de agresión, y malogra las posibilidades de desarrollo de una política exterior autónoma, cuyos pilares deberían ser la paz, la cooperación y el diálogo, especialmente con los países árabes y mediterráneos.

En un Nuevo Orden Mundial, definido por la globalización económica y la hegemonía militar norteamericana, que somete a las poblaciones a brutales procesos de ajuste y desmantelamiento de estructuras de protección social, la OTAN adquiere una funcionalidad explícita de control social de los países de su periferia, sean los de Europa oriental o del área mediterránea. Este compromiso militar de nuestro país con la OTAN, no sólo comporta una nueva mentalidad agresiva y belicista frente a países y pueblos que nunca deberían considerarse enemigos, sino que además obliga a distraer de gastos sociales necesarios, partidas presupuestarias multimillonarias destinadas a infraestructuras e investigación militares, como el avión de combate europeo. La decisión tomada por el Congreso de los Diputados contraviene la voluntad expresada por los pueblos del Estado Español en el Referéndum de 1986, cuando por un estrecho margen se manifestaron, bien en contra de la entrada en la OTAN, bien a favor de una presencia limitada y con estrictas condiciones.

En Andalucía, la OTAN tiene una de las fortalezas ofensivas más importantes de Europa: la Base Aeronaval de Rota. Esta Base, junto a las de Morón y Gibraltar, representa la opción nuclear de EE.UU. sobre el Mediterráneo y sobre el continente africano, es decir, representa tanto la capacidad operativa real de EE.UU. de intervenir militarmente en la ex-Yugoslavia, en Libia, en Israel, etc., como la capacidad para intervenir sobre Etiopía o Zaire. En Andalucía la OTAN se hace tangible y visible en grandes maniobras aeronavales para controlar el Estrecho de Gibraltar, en las nuevas instalaciones de la Legión en Almería, en miles de hectáreas de territorio ocupadas y convertidas en polvorines por el ejercito norteamericano, en vuelos rasantes de grandes aviones negros que zumban la muerte por el mundo...

Es hora ya de acabar con el Tratado Bilateral que firmó Franco en los años 50 con EE.UU., y es hora ya de devolver la dignidad a esta tierra, declarando el Gobierno Andaluz su oposición al atraque de buques y armas nucleares en nuestras costas y puertos. Andalucía no debe quedar convertida en una pista de aterrizaje y despegue de grandes bombarderos para masacrar a miles de personas inocentes en Irak, o en una lanzadera de misiles contra Libia y los países =|rabes. Lo que Andalucía debe sembrar es la Solidaridad, la Cooperación económica y cultural entre los pueblos, el desarme, la acogida de los inmigrantes y refugiados, la educación para la Paz y la Insumisión al Ejercito y a los gastos militares.

La Cumbre de la OTAN en Madrid para vincular al Estado Español a las potencias nucleares responsables de Vietnan, de Mururoa y de tanta miseria y horro en el mundo, es una reunión para la Destrucción y para la justificación de los genocidios. Las llamadas "intervenciones humanitarias" no son más que una parodia de los de siempre para seguir imponiendo la vieja ley de la bota militar. Ante la violación del Referéndum de marzo de 1986 y ante la Cumbre de la OTAN del 9 de julio en Madrid, las andaluzas y andaluces decimos