¡UNIDAD PARA DETENER EL A.M.I.!NOTA13_1

El Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) propuesto, actualmente negociado por los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pero proyectado como un régimen de inversiones para la economía de todo el mundo, supone una colosal amenaza a los derechos democráticos y sociales de trabajadores y personas de todos los países y a la soberanía nacional de todos los Estados.

Es un ultraje que un tratado internacional, que vincularía a los gobiernos y tendría precedencia sobre las leyes locales e intereses nacionales de casi todos los países, ha sido negociado a puerta cerrada y se ha pretendido esconder de los pueblos del mundo durante más de dos años.

De acuerdo con sus promotores, el AMI se convertiría en la nueva constitución de una única economía global, firmemente bajo el control de las corporaciones transnacionales más poderosas e instituciones bancarias y financieras internacionales. Constituiría un paso cualitativo en el proceso de globalización dirigido por el imperialismo que ya ha llevado a una mayor inestabilidad económica y disparidades entre países, y causado desempleo creciente, pobreza y otros males al pueblo trabajador, y a la pérdida de derechos sociales y servicios.

El principal propósito del AMI es garantizar completa movilidad del capital a los intereses globales de las corporaciones. Bajo sus términos, las transnacionales tendrían el derecho irrestricto de penetrar en los mercados nacionales a su voluntad, libres de regulaciones o garantías de cumplimiento aplicadas por gobiernos nacionales.

Tal régimen de inversiones minaría esencialmente la capacidad de los Estados para determinar los objetivos de su desarrollo económico nacional, para mantener y mejorar estándards laborales, para controlar el uso de sus preciosos recursos naturales, para evitar la privatización y expandir formas colectivas y sociales de propiedad, y para proteger el medio ambiente.

Eliminaría efectivamente los derechos democráticos y soberanos de los pueblos y sus gobiernos a determinar sus destinos nacionales colectivos, y aceleraría el recorte de derechos sociales y económicos en todos los países.

Se necesitan urgentemente acuerdos internacionales para regular el comercio común y mutuamente ventajosos entre países, pero el AMI e iniciativas similares, que da carta blanca a los intereses de las corporaicones privadas más poderosas, pondría la economía global en una dirección peligrosa y antidemocrática.

La creciente oposición popular al AMI alrededor del mundo, combinada con rivalidades competitivas y diferencias entre algunos de los Estados capitalistas dirigentes, han provocado ya una crisis en el proceso de negociación del AMI. A pesar de la actual parálisis y el aplazamiento por seis meses de la firma, poderosos intereses imperialistas conducidos por los Estados Unidos continúan presionando para la adopción de los principales componentes del AMI, bien a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC) bien enmendando las Reglas Básicas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Llamamos por lo tanto al movimiento obrero y fuerzas democráticas en todos los países a mantener e intensificar sus esfuerzos unidos para evitar la ratificación del AMI por sus gobiernos en cualquier forma, creyendo que no puede haber compromiso sobre un acuerdo básicamente contrario a la clase trabajadora. Rechazamos la campaña de las corporaciones transnacionales por beneficios máximos y dictadura global. Proponemos políticas económicas alternativas que primen las necesidades y aspiraciones de los pueblos, protejan el medio ambiente y mantengan la independencia y soberanía de todos los estados nacionales frente a la campaña global de las corporaciones por el máximo beneficio.

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