Un Amargo Trago de su Propia Medicina


Cuando el martes 11 de septiembre, frente a los ojos asombrados del mundo un avión comercial se estrellaba contra una de las torres del World Trade Center, se cerraba --aunque pocos en ese momento lo comprendiesen-- un ciclo en la historia. Aquel en el que la clase dominante Norteamericana, durante un largo período, creyó que la guerra sería un fenómeno externo y sin consecuencias directas para su propio territorio. La violencia ha sido una herramienta fundamental en todo el desarrollo del capitalismo para mantener el dominio sobre la clase y los pueblos explotados, sin embargo en este complejo momento conviene repasar un poco la propia historia del principal imperio contemporáneo.

La nación Yanqui se levanta sobre el río de sangre que significó la guerra de exterminio contra los pueblos originarios de esa región, (los tradicionales pieles rojas de la cultura popular) con cientos de miles de muertos y el desplazamiento y condena a la miseria de los que quedaron vivos. Sobre la acumulación gigantesca, desarrollada en una primera etapa sobre la base de la mano de obra esclava, verdadero genocidio y crimen de dimensiones planetarias que implicó el secuestro de millones de hombres y mujeres de raza negra del continente Africano para su traslado y utilización en el continente Americano. La guerra de anexión de los ex estados Mexicanos en el sur de los actuales EE.UU. La doctrina Monroe de América para los Americanos, que desde siempre significó América para los Norteamericanos. Las innumerables y permanentes intervenciones en lo que ellos consideran su patio trasero o sea Latinoamérica, que podemos ejemplificar en la Cuba de principios de siglo, la Nicaragua heroica de Sandino, Guatemala, Honduras etc. Las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, con sus cientos de miles de muertos. La guerra de Corea, la criminal intervención en Vietnam, con sus 2 millones de muertos, que esta allí como la más trágica y heroica lección de heroísmo y determinación que jamás haya realizado pueblo alguno. Las guerras en Laos y Campuchea. La intervención en Filipinas. Playa Girón y el permanente hostigamiento a Cuba, con un bloqueo criminal que ya lleva 40 años. El derrocamiento de Salvador Allende en Chile obra maestra de la CIA. El mantenimiento a través de ese mismo organismo de los contras en la Nicaragua Sandinista. La intervención en Granada. Las guerras contra Irak y el bloqueo a ese país que ya contabiliza 500.000 muertos como su consecuencia. Las guerras en Europa Central. La guerra contra Yugoslavia. Y la permanente agresión a los trabajadores y los pueblos del mundo.

¿No fue la CIA acaso la principal impulsora y asesora del plan continental de terrorismo de estado, llamado plan Cóndor durante la década del 70?

¿Quién fue sino el imperialismo el instigador y responsable fundamental del golpe genocida del 76 en nuestro país, que tuvo el trágico saldo de 30.000 desaparecidos entre otras muchas cosas? ¿Quién, el que impulsa las políticas económicas neoliberales que sumen a nuestro pueblo en el hambre y la miseria más aberrantes, con un saldo de 55 niños que mueren por día de causas subsanables, entre otras consecuencias? ¿ Quién, el que empujó la política de endeudamiento externo que esta literalmente asfixiando a toda Latinoamérica y en particular a nuestro país?

¿Cuantos millones de muertos en el mundo son responsabilidad directa de las políticas Yankees? ¿Cuánto dolor, agresión, miseria, falta de futuro, futuro arrasado han provocado?

Esa guerra intermitente e interminable que vienen sosteniendo contra los pueblos del mundo, esa que el pueblo Norteamericano y su clase dominante la burguesía yanqui, esta acostumbrada a ver por TV, lejos de sus territorios, de una vez y para siempre se les metió en casa.

El imperialismo ha sido golpeado en los símbolos más claros de su poder. En las torres gemelas, expresión del poder económico, donde tenían su cede las principales empresas y las expresiones más concentradas y encumbradas del capital financiero local e internacional y el Pentágono símbolo del poder político militar. El golpe recibido además de ser duro deja en evidencia frente al mundo la debilidad relativa del imperio, a pesar de las cifras multimillonarias que los yankees invierten en defensa y gastos militares, les asestaron un impacto demoledor. Este golpe además tensa y tensará hacia el futuro todas las contradicciones del imperialismo Yankee, internas y externas.

Es posible que sea muy difícil saber realmente quién fue, más allá de la propaganda imperialista que se lo achacará a tal o cual. Hay inclusive quienes miran hacia dentro de los propios EE.UU. hacia los fanáticos de derecha, antiglobalización y anti-gobierno federal, como los que hicieron el atentado de Oklahoma, o hacia el complejo industrial militar que necesita imperiosamente relanzar la carrera armamentista y en lo posible inventar algunas guerras para justificar sus masivas inversiones en el área militar. Habrá que estar alertas y realizar un intenso trabajo de esclarecimiento, pues pasados los primeros momentos de confusión, la maquinaria propagandística del imperio se puso en movimiento y ya no podemos esperar ingenuamente información veraz, sino propaganda de guerra Norteamericana.

Ahora están intentando convencer al mundo de que se encolumne detrás de su ofensiva contra Afganistán en particular y el mundo Árabe en general, con el preciso objetivo de consolidar su dominio sobre el petróleo que yace en el subsuelo de esa región. Luego seguramente seguirá todo aquel que se intente oponer a sus designios mundiales. Los Latinoamericanos que ya sabemos del plan Colombia, un plan continental para imponer a rajatabla el dominio imperialista y terminar con toda expresión de resistencia, no podemos esperar otra cosa que una profundización de esta política.

Aquí el gobierno lamebotas de De La Rúa ya está alineado automáticamente como siempre y dispuesto a ir detrás de las aventuras del imperio. Desvergonzadamente se intenta desempolvar el TIAR (tratado interamericano de asistencia reciproca) que teóricamente era un acuerdo en los marcos de la OEA para respaldar a cualquier país americano que fuera agredido por una potencia extranjera; y que demostró ser una fantochada para que los yanquis dispusiesen de las Fuerzas Armadas del continente cuando ellos lo creyeran oportuno y contra los enemigos que ellos consideraran. Esto quedo claro con la guerra de Malvinas, en donde no-solo fue imposible usar este mecanismo a favor de la Argentina, sino que los Yankees ayudaron brindando apoyo logístico y de todo tipo a los ingleses.

Sin embargo esta vez no les será tan fácil, los pueblos del mundo están cada vez más decididos a enfrentar las agresiones del imperio y ni siquiera los otros bloques imperialistas están dispuestos a seguirlos ciegamente en cualquier aventura. Es probable que una ofensiva brutal, no haga otra cosa que exacerbar más todas las contradicciones del imperialismo, y en vez de encolumnar a todo el mundo detrás de él, con el correr de los días veamos como los EE.UU. empiezan lentamente a perder aliados y ganar enemigos, cosa que ya esta sucediendo.

Alemania anunció claramente que, si bien repudia los hechos, no está dispuesta a sumarse ciegamente a cualquier aventura, Francia también puso sus reparos, esto obedece a que los intereses del la Unión Europea con respecto al mundo àrabe, son totalmente contradictorios con los de los Yankees. A la UE no le conviene como bloque imperialista que su oponente Norteamericano tome el control absoluto de la región. Rusia y China a pesar de sus propios problemas con los Talibanes tampoco tolerarían una situación como la descripta, todo esto determina que si bien los EE.UU. aparecen tácticamente fuertes, estratégicamente para lograr someter la zona a su voluntad (lo que constituye su real objetivo) tienen enormes dificultades.

Aquí en nuestra patria estos mismos depredadores del planeta, «el gran enemigo del genero humano» como bien los calificara el Che, están ya instalados con bases en la Mesopotamia y en el Norte y quieren instalar otras nuevas en el Sur y la Patagonia. También se realizan ejercicios conjuntos tipo Cabañas 2001 que no son otra cosa que practicas de cómo reprimir las protestas populares y la lucha de los pueblos. Desde Refundación Comunista llamamos a la más amplia unidad de acción para movilizarnos y denunciar la campaña de terrorismo y la nueva ofensiva contra los trabajadores y los pueblos del mundo que pretende desarrollar los EE.UU.

La responsabilidad de los sucesos recientes es en cualquier caso del propio imperialismo, ellos que han sostenido un siglo de agresiones externas, han probado por fin un trago de su propia medicina


Refundación Comunista

República Argentina

17 de setiembre de 2001