Plataforma de la Coordinación contra la guerra de la NATO contra Yugoslavia

1. Por primera vez desde Hitler en 1941 una alianza militar está lanzando bombas sobre Belgrado. En flagrante violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, la NATO está atacando a un Estado independiente, que no ha amenazado a ningún país vecino y que no está haciendo nada que no sea defender su integridad territorial. Esa agresión destruye deliberadamente las fábricas, las infraestructuras, los barrios populares de Yugoslavia y causa miles de víctimas y cientos de miles de refugiados.
2. La catástrofe humanitaria que vemos hoy viene causada en primer lugar por los bombardeos de la NATO. Desde el comienzo de los bombardeos hay cada día, por término medio, 20.000 refugiados más, esto es, 33 veces más que el número diario de refugiados antes de los bombardeos. Esas personas están también huyendo a causa de los combates entre el ejército y la policía serbia y el UÇK, y también por la miseria provocada por los bombardeos, por los rumores puestos en circulación por el UÇK y la NATO y por actos terroristas.
3. El etnismo y el separatismo, incitados y apoyados por las potencias imperialistas, han causado y siguen causando terribles sufrimientos a todos los pueblos yugoslavos. Los países miembros de la NATO, que hoy están destruyendo Yugoslavia, han hecho todo por impedir una solución política y pacífica al conflicto. En una coherente estrategia de «divide y vencerás», han apoyado y armado a los separatistas del UÇK así como a los extremistas nacionalistas serbios. Ellos impusieron en Rambouillet un acuerdo que sabían que eran inaceptable para Yugoslavia, la cual no puede concebir la presencia de tropas de la NATO en su territorio. Ahora pretenden obtener por medio de la guerra lo que no fueron capaces de conseguir en Rambouillet.
4. Los líderes europeos y norteamericanos han convertido a la NATO en una alianza agresiva capaz de intervenir en cualquier parte al servicio de los intereses occidentales. Occidente quiere imponer una expansión ilimitada de sus multinacionales así como su control absoluto de la extracción y transporte de materias primas en todas las regiones estratégicas: Balcanes, Oriente Medio, Cáucaso, Rusia... El fin de la NATO es la consecución de un Nuevo Orden Mundial basado en la omnipotencia de sus países miembros.
5. Para la NATO, Yugoslavia es un obstáculo para su control total de los Balcanes. Ese control es un paso necesario hacia las intervenciones en la antigua URSS. Lo admite el ministro belga de Asuntos Exteriores, Derycke: «Kosovo es sólo el principio. Hoy estamos todavía en esta parte de la cordillera del Cáucaso pero ¿qué ocurrirá si estalla la situación en Uzbekistán, Armenia, Chechenia, Tayikistán?» Esa estrategia expansionista y militarista de la NATO constituye un peligro creciente para la paz mundial.
6. Oponémonos a toda clase de extremismo y de violencia nacionalista. Sólo los pueblos de los Balcanes por sí mismos, sin ninguna ingerencia externa, serán capaces de resolver sus problemas nacionales. La solución tendrá que estar basada en la unidad de los trabajadores, cualquiera que sea su nacionalidad; en el respeto de la soberanía e integridad territorial de los países de la región; en la igualdad y el respeto mutuo entre los pueblos y en el respeto de los derechos de las minorías.

Comprometémonos a promover la paz solicitando:

• El cese inmediato de la guerra de la NATO contra Yugoslavia.
• La retirada inmediata de los soldados y aviones de guerra belgas.
• La retirada de todas las tropas extranjeras y bases militares de los Balcanes.
• El cese de la extensión de la NATO hacia el este.
• La ayuda en la reconstrucción e indemnización de Yugoslavia por medios financieros provenientes de los presupuestos militares de los países miembros de la NATO.
• Ayuda a todas las víctimas de la guerra en Yugoslavia.

Mantenémonos junto al pueblo de Yugoslavia, que está luchando por la soberanía, la integridad y la dignidad de su país.

¡Alto a la guerra, alto a la NATO!