Seminario comunista internacional
Bruselas 2-4 de mayo de 1999
La NATO, una alianza regional acaudillada por el imperialismo de los Estados Unidos y de Alemania, no tiene ningún derecho a emprender una acción militar contra un Estado independiente que no ha atacado a ningún otro Estado. Alemania y Estados Unidos han atizado arbitrariamente los conflictos étnicos en Yugoslavia, creando así una justificación para una intervención imperialista. Los problemas internos de un Estado independiente, como lo son los problemas étnicos, no pueden de ninguna manera constituir una base legal que permita a las potencias imperialistas emprender operaciones militares contra ese Estado.
La brutal agresión de la NATO contra Yugoslavia mata a centenares de personas, entre ellas niños, mujeres y ancianos. Destruye ciudades y pueblos, barrios y habitaciones, fábricas, casas, hospitales, escuelas, monumentos culturales e históricos, instalaciones de distribución de agua, ferrocarriles, puentes y centros de comunicación.
La guerra contra Yugoslavia pretende reforzar militar y económicamente al imperialismo, no sólo en Europa, sino también en relación con las regiones estratégicas del Medio Oriente y de la ex-Unión Soviética. Es la primera guerra de agresión abierta de la NATO en sus cincuenta años de existencia, y comporta la primera entrada en combate de tropas alemanas en tierra extranjera desde la derrota del facismo de Hitler.
La guerra de los Estados Unidos y de la NATO ha conducido a la ocupación militar de la ex-República Popular de Albania, ha transformado Albania en la principal base militar del imperialismo en su agresión contra Yugoslavia y ha dado nueva vida al concepto hitleriano de «la Gran Albania».
La NATO se ha manifestado claramente como una organización terrorista internacional. Los dirigentes de la NATO tendrían que comparecer ante un tribunal internacional como criminales de guerra responsables de una agresión contra el Estado soberano que es Yugoslavia. La NATO significa una grave amenaza para la paz, la independencia y la soberanía de todos los Estados del mundo. ¡La NATO es la guerra! Tiene que ser disuelta.
Animados por el espíritu de solidaridad y el sentido de reponsabilidad del Movimiento Comunista internacional frente al destino de los pueblos de Yugoslavia y de los Balcanes, formulamos las demandas y los llamamientos siguientes:
1. Llamamos a todos los pueblos que desean la paz y a todas las fuerzas progresistas del mundo entero a condenar en los términos más enérgicos los actos bárbaros de Estados Unidos y sus aliados de la NATO contra Yugoslavia.
2. Tienen que cesar inmediatamente los bárbaros bombardeos contra Yugoslavia.
3. Tienen que cesar todas las amenazas y todos los bloqueos militares, políticos y económicos contra Yugoslavia.
4. Condenamos toda presencia de tropas extranjeras en Kosovo en contra de la volontad de Yugoslavia.
5. Los países que han participado a la agresión contra Yugoslavia tienen que indemnizar sin dilación a Yugoslavia por todos los daños materiales y por la muerte de ciudadanos.
6. Nos oponemos firmemente a todo tipo de invasión en Yugoslavia por tropas terrestras para cumplir con objetivos imperialistas de ocupación militar, objetivos que el imperialismo no ha logrado alcanzar por un dicho «proceso depaz».
7. Las tropas y las bases de los Estados Unidos y de la NATO tienen que irse de Yugoslavia, Albania y el conjunto de los Balcanes.
8. La crisis actual en los Balcanes tiene que ser resuelta por negociaciones pacíficas basadas en los principios de solidaridad y unidad de la clase obrera y de los diferentes pueblos contra la agresión imperialista y para la democracia y la igualdad.
9. Llamamos al Movimiento Comunista Internacional a reforzar la solidaridad en la lucha contra las guerras imperialistas de agresión en los Balcanes y más especificamente en Yugoslavia y en la lucha para alcanzar la liberación nacional y el socialismo..
10. Llamamos a la solidaridad de todos los pueblos explotados y oprimidos con los pueblos de los Balcanes en su lucha contra el imperialismo.
La independencia y la soberanía de Yugoslavia han de mantenerse, respetarse y defenderse. Hay que entablar negociaciones políticas en torno a todos los problemas de Kosovo, que han de resolverse por medios políticos pacíficos. Kosovo ha de disfrutar de una amplia autonomía en el conjunto de Serbia y Yugoslavia y dentro del marco de sus sistemas jurídicos respectivos. La amplia autonomía de Kosovo debe garantizar la igualdad absoluta de todos los habitantes: Serbios, Albaneses, Musulmanes, Romaníes, Turcos y otras comunidades étnicas que viven en esa región. Todos los refugiados han de poder volver a Kosovo, cualesquiera que sean sus orígenes étnicos o religiosos. Hay que estimular las relaciones pacíficas y amistosas entre todas las comunidades étnicas de Kosovo.
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